En un tema tan debatido y muchas veces manipulado, por lo que habría que empezar por considerar lo que significa paternidad responsable y diferenciarla del control natal.
La paternidad responsable es el privilegio y obligación de una pareja casada de decidir con amor el número y espaciamiento de sus hijos utilizando un medio ético.
¿Por qué es un privilegio?
Es un privilegio y no un derecho; un hijo es un don y el matrimonio confiere el derecho a entregarse en el acto conyugal del cual se puede derivar la vida, mas no confiere el derecho a tener hijos, pues son personas y no objetos.
¿Por qué es una obligación?
Es una obligación puesto que un hijo tiene el derecho a tener padres y por tanto los padres se obligan ante los hijos, aquí está la gran responsabilidad que tienen los padres ante la transmisión de la vida.
¿Por qué en una pareja casada?
Las relaciones sexuales deben darse dentro del matrimonio, es decir, cuando exista un compromiso para toda la vida y pueda darse una entrega total de la que se deriven los fines unitivo (amor) y procreativo (apertura a la vida).
¿Qué decidir con amor, número y espaciamiento de los hijos?
Corresponde a la pareja esta decisión muy personal, ya que ellos son los principales educadores y formadores de sus hijos. En la palabra amor va implícito que deberán hacerlo mediante su inteligencia y voluntad, con gran generosidad pero a la vez responsabilidad.
¿Qué significa que el medio sea ético?
Significa el respeto que debe tenerse a la persona, a la naturaleza humana, en fin, al acto conyugal.
¿Qué diferencia hay con el control natal?
El control natal a veces es utilizado de manera equivocada como sinónimo de planificación familiar y paternidad responsable. Control significa inspección, fiscalización, intervención/ dominio, mando (Diccionario de la Real Academia Española). Visto de esta manera, en el control natal no es la pareja quien decide el número de hijos que desea tener o el método utilizado para planificar su familia sino es alguien más quien toma estas decisiones. Generalmente en los programas de control natal se pretende tener un dominio sobre los índices de fertilidad de una población, sin importar el respeto hacia la persona, al bien integral del matrimonio y a la familia.
Es precisamente en el análisis ético del medio utilizado para el control natal donde encaja la revisión de los dos temas la planificación familiar natural y de los métodos anticonceptivos.
Pilar Calva
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